"12 Monkeys" (1996)

"12 Monkeys" no es solo una película, es un viaje alucinante a través del tiempo y la mente. Terry Gilliam, ese genio del cine, nos lanza de cabeza a un futuro postapocalíptico donde la humanidad sobrevive bajo tierra, aterrorizada por un virus mortal. ¿Su solución? Enviar a un pobre tipo llamado James Cole (Bruce Willis en su mejor momento) al pasado para detener la propagación del virus. Pero eso no es todo, porque las cosas se ponen raras, muy raras.

Cole salta de un lado a otro en el tiempo, mientras intenta descifrar el enigma de los "12 Monkeys", un grupo tan misterioso como su nombre. Gilliam, como siempre, nos bombardea con imágenes impactantes y una narrativa que te hace dudar de tu propia cordura. La fotografía es oscura y sucia, y la canción principal (Suite Punta Del Este de Astor Piazzolla) te pone los pelos de punta, y todo contribuye a crear una atmósfera de paranoia y desesperación que te atrapa desde el primer minuto.

Bruce Willis está increíble como Cole, un tipo duro pero vulnerable, atormentado por visiones del futuro y perseguido por las autoridades. Y no podemos olvidar a Brad Pitt, totalmente desatado como Jeffrey Goines, un paciente psicótico y ecoterrorista que lidera "El Ejército de los 12 Monkeys", un grupo de delirantes activistas por los derechos de los animales que quieren liberar a los animales del Zoológico del Bronx. Es un loco que podría ser la clave para resolver el misterio. Pitt ofrece una interpretación intensa y errática, su personaje es caótico e impredecible, y su comportamiento maníaco añade una capa adicional de tensión y complejidad a la historia.

La química entre Willis y Madeleine Stowe (la psiquiatra Railly que intenta ayudar a Cole) es pura magia, y su relación es el corazón de la película. La interacción es fundamental para el desarrollo de la historia. Al principio, Railly no cree en la historia de Cole sobre el futuro y el virus, pensando que está delirando. Sin embargo, a medida que ocurren eventos inexplicables y los recuerdos de Cole comienzan a alinearse con la realidad, Railly empieza a cuestionar su propia percepción de la realidad. Esta relación no solo añade profundidad emocional a la trama, sino que también plantea preguntas sobre la naturaleza de la locura y la cordura.

"12 Monkeys" no es solo una película de acción y viajes en el tiempo, es un puñetazo en el estómago que te obliga a reflexionar sobre el libre albedrío, la locura y la responsabilidad de la humanidad en su propia destrucción. La trama te mantiene al borde del asiento, con giros inesperados y revelaciones que te dejarán con la boca abierta.

Y aunque la película es oscura y compleja, Gilliam también nos regala momentos de humor negro y crítica social que te harán reír y pensar al mismo tiempo. La escena del centro comercial abandonado, con sus maniquíes como testigos mudos de la decadencia humana, es una joya del cine.

A diferencia de otras películas que se centran en la aventura o la acción, "12 Monkeys" explora las consecuencias psicológicas de los viajes en el tiempo. James Cole lucha por mantener su cordura mientras salta entre épocas, cuestionando la realidad y su propia identidad. La película se adentra en la paranoia y la confusión mental de una manera que pocas películas del género lo hacen.

"12 Monkeys" es una obra maestra que te dejará pensando durante días. Es una película que trasciende el género de la ciencia ficción para convertirse en una exploración profunda de la condición humana y nuestro impacto en el mundo. Si te gustan las películas que te desafían y te hacen cuestionar todo lo que creías saber, esta es para ti.

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