Oldboy (2003)

Oldboy es una película surcoreana que te atrapa desde el primer minuto y te sumerge en un mundo de venganza, misterio y redención. La trama, tan retorcida como fascinante, sigue a Oh Dae-su, un hombre que es secuestrado y encerrado en una habitación durante 15 años sin ninguna explicación. Al ser liberado, emprende una búsqueda obsesiva por descubrir quién lo secuestró y por qué. 

La película es una montaña rusa emocional, con giros argumentales inesperados que te mantendrán al borde de tu asiento y que desafían tus expectativas y te obligan a cuestionar todo lo que crees saber.

La dirección de Park Chan-wook es impecable, creando una atmósfera opresiva y claustrofóbica que refleja el estado mental de Oh Dae-su, mientras que la fotografía y la banda sonora acentúan la tensión y el suspenso. La secuencia de la pelea en el pasillo es una pieza maestra de la coreografía de acción.

Para aquellos que nunca han estado en una pelea, esta es la más realista jamás vista en una película, desde el sonido de un golpe en la cara, como todos fallan, algunos fallan y le pegan a la pared, otros se quedan sin aliento, otros cuando se lastiman, permanecen heridos. ¡Muy real! Sumado a la música y a los ángulos de la cámara, es una de las mejores escenas de lucha callejera. La lucha callejera no se trata de entretenimiento y acrobacias, sino de violencia y emoción.

Oldboy es una de esas historias que te dejan completamente impactado. La venganza de Oh Dae-su es tan visceral y brutal te hace reflexionar sobre temas profundos como la identidad y la naturaleza humana.

Me dejó con la boca abierta. La trama, llena de sorpresas, me recordó a los mejores thrillers de Hitchcock, pero con una dosis extra de violencia y oscuridad. Te hará cuestionar todo y te dejará pensando días después. Es una obra maestra del cine que combina lo mejor del thriller psicológico, la acción y el drama, creando una experiencia cinematográfica única e inolvidable.

La película utiliza una estructura no lineal que juega con el tiempo y la perspectiva del espectador (simulando a Memento) mientras analiza la psicología de Oh Dae-su, su transformación a lo largo de la película y las relaciones que establece con otros personajes. 

El simbolismo presente en la película es presentado de una manera muy inteligente (simulando a Seven de David Fincher), como el martillo, los ojos y la manzana, y cómo se relacionan con los temas principales. Al analizar estos símbolos y su relación con la narrativa, podemos obtener una comprensión más profunda de las emociones de la película. Estos símbolos operan en diferentes niveles, desde lo más literal hasta lo más abstracto, invitando a una búsqueda de significado que va más allá de la superficie.

Oldboy es más que una película de venganza; es una exploración profunda de la naturaleza humana y es sin duda una de esas que te marcan y que te hacen ver el cine de una manera diferente.

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